A veces nos preguntamos si las derrotas son enteramente nuestras o, simplemente nos conformamos con echarle la culpa a los otros, sì, a las personas que tomaron las decisiones que nosotros teníamos que tomar y al final simplemente delegamos en otra persona o en un grupo para de esa forma salir del paso.
La verdad es que nadie quiere ser dueño de un fracaso, ni ser blanco fijo de las críticas destructivas, las constructivas se quedan siempre en el seno de los verdaderos amigos y colaboradores que la echaron toda para sacar avante un proyecto.
El liderazgo para mí era un conjunto de valores y cualidades que hacían de una persona un ejemplo a seguir, o por lo menos, a tratar de seguir. Sea por su valentía, por su apego a los principios e insistencia en hacer que algo funcione cada vez mejor, por la capacidad creativa, por innovar, por tener grandes ideas y saber ejecutarlas, o porque de una u otra forma, tenía ese poder de convencimiento en un principio, para unos cuantos, y al cabo de cierto tiempo, para la gran mayoría de opiniones que en su momento fueron sus detractores.
Hoy en día el Liderazgo se está confundiendo a mi manera de ver con la simpatía o con la moda, si ustedes saben, es que como fulanito dijo eso entonces eso debería ser asi.
Ante la ausencia de líderes, los proyectos más sencillos pueden parecer y convertirse también en corto tiempo en una Odisea de magnitudes titánicas e inalcanzables.
En la práctica he conocido varios casos en donde la ejecución de simples contratos o mantener sólo las más elementales reglas de convivencia social no son ejecutadas de forma adecuada por los ¨Gerentes¨ pero sí, ante la ausencia de sus mandos superiores, son ejecutadas perfectamente por los ejecutivos y colaboradores del nivel intermedio y bajo, esto precisamente cuando las empresas tienen más personas que entraron a laborar a la compañía por conexiones que por los que sí llegaron a la empresa por méritos y ascensos.
Como decía al principio, algunas personas que son lideres en potencia no sacan a relucir sus cualidades y virtudes de líderes por temor a ser opacados, criticados o bien, rechazados por el resto de colaboradores o la alta Gerencia de las empresas.
En momentos de crisis todos y todas debemos tener claro ante todo que poseemos siempre una obligación de ser mejores en nuestras actividades, de ser más eficicientes en nuestro trabajo, de ser más proactivos que indiferentes, ser más abiertos al cambio que conservadores. El Ser Humano es un individuo lleno de capacidades para salir adelante en caso de problemas, tenemos la capacidad de razonar y discernir entre lo práctico y lo inportuno, entre lo óptimo y lo promedio. Tenemos por Naturaleza la capacidad de seguir mejorando conforme la práctica y el ejercicio.
Si un Gutenberg no hubiera desafiado a sus detractores, hoy no podríamos disfrutar de los libros más exquisitos escritos por la humanidad, ni mucho menos, escribir y plasmar nuestras ideas en el Papel...pero sí alguien más lo hubiera inventado, o hubiéramos tenido otro medio para traspasar el conocimiento de generación en generación, ese hubiera sido considerado entonces un líder de su época.
Concluyo esta reflexión diciendo que debemos ser líderes en todos nuestros aspectos, ante la Familia, los colegas de trabajo, de estudio, decir y plasmar nuestras ideas, comprometernos con nuestras convicciones e ideales, defender hasta donde la razón y sentido común nos permitan continuar hilvanando los hilos que arroparán y darán vida a nuestras invenciones, a nuestras creaciones, a nuestros escritos y simplemente, nos permitirán ser nuestros propios líderes de cambio para con nosotros y para la Sociedad.
Seamos mejores líderes, seamos mejores personas cada uno de nuestros días, y sobre todo en las peores épocas de crisis.
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